Un estudio de caso es un método de investigación ampliamente utilizado en las ciencias sociales como psicología y educación. Su naturaleza es heterogénea, de modo que incluso en el ámbito académico, la definición de este método es difusa. Sin embargo, algunas de sus características claves son:
- Describen unidades —casos— que pueden ser de naturalezas muy diversas: individuos, grupos o instituciones. Pueden hacerse cargo de un caso individual o bien de múltiples casos que replican condiciones similares.
- Tienen metodologías flexibles; los instrumentos diseñados para la recogida de datos pueden adaptarse según los datos obtenidos en observaciones iniciales. Por lo mismo, resultan óptimas para el estudio de objetos de complejos, en los que el fenómeno estudiado depende altamente de su contexto, puesto que permiten dar cuenta de realidades multidimensionales de manera holística (Yazan, 2015; Yin, 2006).
Los informes de caso que escriben los profesores en formación, en cambio, son el reporte escrito de una experiencia de observación de la realidad que, aunque tiene cosas en común con el método llamado “estudio de casos”, también tiene diferencias. Más que una investigación, los estudios de caso en la carrera representan una actividad de enseñanza y aprendizaje; es decir, al realizar un estudio de caso y luego reportarlo por escrito, tus profesores esperan que tú aprendas un contenido de tus cursos y que seas capaz de integrarlo con la evidencia empírica.
A estos textos se les llama de diversas formas: informe de terreno, estudio de caso, informe de caso, informe exploratorio, entre otros nombres. El foco del estudio puede ser un sujeto miembro de una comunidad educativa, un grupo-curso o una escuela y, como adelantamos, su objetivo es aplicar y observar contenidos teóricos en un espacio empírico.